miércoles, 3 de septiembre de 2008

Como Corregir la Irritabilidad (parte 2)

Continuamos con la segunda entrega del tema "Cómo corregir la irritabilidad", iniciado la semana anterior.

D. Reacciones Incorrectas

La primera y la segunda puede que no sean tan incorrectas en sí mismas, pero muy frecuentemente nos pueden estorbar para dejar que Dios realice lo que El quiere hacer en medio de esas circunstancias.

1. Defendernos a nosotros mismos. Cuando alguien nos acusa de alguna cosa, ¿cuál es nuestra primera reacción? ¿Defendernos a nosotros mismos? ¿Tratar de entender el por qué esa persona nos está acusando?

2. Echarle la culpa a otros. Fue usada por Adán y Eva cuando estaban en el jardín del Edén.

3. Guardar y conservar el enojo dentro de nuestro corazón, y no hacer nada al respecto. Hay un versículo, Eclesiastés 7:9, que nos dice que el enojo está reposando en el seno del tonto, o sea del necio. Recuerda también Mateo 18:15, que dice que si tu hermano te ofendió, ve y habla con él.
4. No mirar la dificultad como tal. Es el procedimiento del avestruz; es negar la realidad.

E. ¿Cómo Responder Correctamente?

1. El primer paso para responder correctamente ante las dificultades, es bíblico y sobrenatural, porque es todo lo opuesto a lo que naturalmente nosotros hacemos. Se encuentra en 1 Tesalonicenses 5:18 y dice: “Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. A fin de que podamos dar gracias a Dios, con todo nuestro corazón, ante las dificultades, debemos tener en cuenta ciertas cosas:


a. Debemos dedicar nuestra vida a Dios para tener la seguridad de que estamos en sus manos y bajo su voluntad. Es lógico que si no estoy dedicado a Dios, no voy a buscarlo para consultarle (Romanos 12:1-2)
b. Debemos tener en cuenta que Dios es mucho más grande que cualquier problema que podamos tener. Esto lo aprendemos en 1 Corintios 10:13.
c. Debemos tener en cuenta que Dios ha permitido esta cosa molesta como un beneficio último para nosotros. Por lo tanto, tenemos una razón o una base para agradecerle a Dios (Romanos 8:28. Proverbios 16:7).

2. Asumamos responsabilidad. Preguntémonos: “¿Fui yo el causante de este asunto molesto por algo que hice o que olvidé hacer?” “¿He sido yo el mentiroso?” “¿He sido yo el desagradecido?” “¿He sido yo verdadero?” En otras palabras, si hemos hecho algo inapropiado o algo incorrecto, debemos tratar de corregirlo.

3. Algunas molestias pueden ser eliminadas; pero hay molestias que nosotros no causamos, y que no pueden ser cambiadas. Estas molestias son las que pueden ayudar a Dios para que El pueda obrar y producir en nosotros el carácter mismo de Cristo. El Señor dice que si alguien nos ama, muy fácilmente podemos también amarlo; pero el Señor quiere enseñarnos a amar aun a aquellos que son muy difíciles de amar, porque esta es la forma como otras personas pueden ver a Cristo en nosotros. Dios entonces va a poner a tu lado personas a las cuales tendrás dificultad en amar, porque Dios quiere que tú aprendas a amar.

Dios también quiere desarrollar en nosotros el gozo. Cualquiera puede ser feliz, aunque no sea cristiano, cuando las circunstancias son fáciles. Pero Dios pone en nuestra vida circunstancias que no son gratas, aún incómodas y difíciles, para así enseñamos lo que es el gozo del Espíritu Santo. La paz forma parte de este carácter que el Señor quiere forjar en nosotros. Es muy fácil que tener paz cuando nada malo ocurre, pero es muy difícil mantenerla cuando las circunstancias se tornan escabrosas, como cuando hay imprevistos y dificultades. Y así, a través de estas circunstancias, Dios nos enseña a tener paz “a pesar de”.

(finaliza la próxima semana)


No hay comentarios: