jueves, 4 de diciembre de 2008

La Murmuración

Introducción
Muchas cosas pueden hacernos perder nuestra esperanza, la esperanza que el evangelio nos da, una de esas cosas es la murmuración.
Murmurar es lo mismo que difamar o practicar el chisme. Es hablar deshonestamente de un hermano, con ánimo de desprestigiarle.

1.La murmuración es condenada por la Biblia. (Santiago 4:11).
La versión La Biblia de las Américas dice “No habléis mal los unos de los otros”. Era cuestión de difamar o calumniar. ¡Les demanda Santiago desistir en hacerlo! Muchas veces el que está mal acusa falsamente a otro, y procura difamar su carácter, con el fin de distraer la atención que podría dirigirse a sus propias culpas Véase Salmo 15: 1-3.
Muchos practican la “crítica destructiva”. Aquí entra la enseñanza de Mateo 7:1 y 19:18. (“no dirás falsos testimonio”).
Santiago dice, “El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley”; El que habla mal (injustamente) de su hermano, y le juzga (es decir, le condena), en realidad está hablando mal de la ley de Cristo que manda que uno ame a su hermano (Juan 13:34). Además, condena a la ley de Cristo, porque la trata como si no fuera nada bueno (y lo no bueno se condena). ¡Esto es lo que hace el que difama a su hermano! (BHR)
Consideremos también Levíticos 19:16 “No andarás chismeando entre tu pueblo”. Los chismes estaban condenados o severamente prohibidos para el pueblo de Dios en los tiempos de la ley de Moisés. “El que es chismoso anda murmurando de otros, hablando de sus faltas, criticando, insinuando y levantando sospechas.

2.El chisme refleja el odio secreto.
Los profetas hablaron de este vicio (Jeremías 9:4,5; Ezequiel 22:9)…El remedio: 1 Corintios 13:4-7. El chisme refleja el odio secreto. Nos gusta leer este hermoso texto y hablar del amor; pero en la práctica parece que es más fácil chismear. ¿Cómo las mismas personas hablan del amor y practican el chismear? Santiago 3:9-12. (WP).

3.Los chismes están en boca de los ociosos (2 Tesalonicenses 3:11; 1 Timoteo 5:13).

La persona ociosa está muy aburrida, no hace nada y por eso tiene mucho tiempo para entremeterse en los asuntos de otros. El ocioso anda magnificando lo insignificante, denigrando a los demás, haciendo daño irreparable al nombre de otro, mordiendo las espaldas, repitiendo rumores no confirmados para lastimar e inventando historias, todo por no estar estas personas ocupadas en algo provechoso.

4.La exhortación del apóstol Pablo en 1 Corintios 10:10.
“Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor”.
La advertencia es clara; como aquellos sufrieron por causa de este pecado serias consecuencias y el juicio de Dios, cualquiera que practique ese pecado se verá sufriendo las mismas consecuencias, es decir serán severamente juzgados por el Señor.

5.Las consecuencias del trabajo del chismoso (Proverbios 16:28; 18:8).
Levanta contiendas.
Aparta a los mejores amigos.
Daña profundamente.


6.La Biblia establece la disciplina para el chismoso (1Corintios 5:11).
La Biblia de las Américas dice “sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador,…”. No debemos pues tener asociación con ningún hermano que es difamador o calumniador.
La razón para apartar al chismoso que no se arrepiente es para eliminar las contiendas (Proverbios 26:20).

Conclusión
“No te asocies con el chismoso”. Es el consejo de tu Dios en Proverbios 20:19.
El que presta atención a la lengua detractora es porque es igual. Proverbios 17: 4.
Proverbios 25:23. “El viento del norte ahuyenta la lluvia, y el rostro airado la lengua detractora” fruncir el ceño, o si es por teléfono, simplemente detenerlo (la), diciendo “mis oídos no son bote de basura”. Se requiere valor, puede ofender, pero es lo indicado.

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