viernes, 5 de diciembre de 2008

NAVIDAD: HOMENAJE DE LOS PASTORES

Homenaje de los Pastores (Lucas 2:15-20).

“Sucedió que cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: pasemos, pues, a Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado...y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, tal como se les había dicho.” (Lucas 2:15,20).

Aquellos pastores que vigilaban de día y de noche sus rebaños grafican bien la vida de tantos hombres y mujeres que se limitan a mantenerse ocupados sólo en su trabajo. Eran gente común, con una rutina común y sencilla. Hasta el momento en que sucedió lo inesperado: la Gloria del Señor les rodeó de resplandor. Tras el temor inicial, reaccionaron de manera obediente: decidieron buscar al Mesías y luego compartir la noticia, contando testimonios y cantando alabanzas.

Preguntas

1. ¿Sigo el ejemplo de los pastores que alababan a Dios por todas las cosas “que habían oído y visto, como se les había dicho”?
2. ¿Compartes con regularidad las cosas que Dios ha estado haciendo en tu vida?
3. ¿Por qué Jesús es llamado el Buen Pastor en Juan 10:9-30?


Visita al templo. Canto de Simeón. Adoración de Ana (Lucas 2: 22-38).

Simón era uno de los pocos hombres sensibles al Espíritu Santo, que aguardaba “la consolación de Israel”(Lucas 2:25-26), la salvación y la prosperidad que Dios traería a su pueblo. Este hombre piadoso había recibido un mensaje directo de Dios de que no moriría sin haber visto al Salvador, “Luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel”; es por que reconoció a Jesús apenas lo vio en el templo, en brazos de su madre (Lucas 2:28-32). Simeón sabía que no todo el mundo aceptaría la salvación que Jesús ofrece, algunos tropezarían con ella (Lucas2:34-35).
Ana, una viuda anciana, también se encontraba en el templo, sirviendo a Dios. Al contemplar a Jesús “daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén” (Lucas 2:38). Ana, a pesar de su avanzada edad y de su viudez, servía sinceramente al Señor y daba testimonio del Salvador.

Preguntas

1. Simeón era un hombre sensible a la acción del Espíritu Santo ¿Puedo decir que soy receptivo a la voz de Dios y a su dirección? ¿Conozco al Espíritu Santo?
2. En Lucas 2:34 se nos dice que no todo el mundo aceptará la salvación que Jesús ofrece, algunos tropezarán con ella ¿He aceptado a Cristo en mi vida como Señor y Salvador?
3. ¿Estoy sirviendo al Señor de una manera diaria y dinámica? ¿Pongo excusas para no hacerlo?

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